Sign in to follow this
Followers
0
-
Similar Content
-
By rafazeo
Apresentação
Fala, pessoal. Sou novo por aqui, e acho que é melhor começar me apresentando, né? Vamos lá.
Meu nome é Rafael, sou do Rio de Janeiro, tenho 18 anos e estudo jornalismo. Trabalho no Lance!, e meu amor por futebol existe desde o meu nascimento. Alguns amigos até brincam por não saberem o que amo mais: a minha cidade ou o esporte. Por fim, decidi unir os dois nesta carreira.
Jogo FM desde 2011 ou 2012, e frequento fóruns há uns anos, mas ficava preso ao mundo do Brasfoot, ainda que o Football Manager seja o meu jogo favorito. Hoje, meu amigo @Peepe mandou o link de sua carreira, e decidi agir como um crápula. Aqui trago as memórias e a vida de João Leonel Pereira, um malandro no século XXI.
Desafio
Fazer sucesso. Seja no Rio, seja fora. O objetivo é ter a malandragem no topo do Brasil.
Informação sobre as atualizações
Como trabalho em alguns finais de semana, não vou conseguir atualizar por mais de uma vez durante a semana, e quero seguir o 'padrão de Netflix', ou seja, um episódio semanal.
E só mais uma nota: já que o FM tem público nos estádios, não vou levar toda a pandemia para o jogo. O sofrimento aqui por fora já é grande o suficiente.
Podemos entrar no personagem?
--
Rio de Janeiro, 21 de dezembro de 2020
- Pai, que calor absurdo, hein?
- Ô João, tu vê se para de querer enganar teu pai. Eu sou bicho criado. Que história é essa de treinador, meu filho?
- Pois é, né? - tentei dar uma risada para apagar o nervosismo existente - Acho que agora vai. Assim... eu ainda posso participar da bateria se der ruim?
- Claro, filho. Mas quero que saiba: vai dar certo.
Com essas três palavras, meu pai me convenceu que o futuro seria lotado de histórias para contar.
- Filho, só mais uma coisa.
- Fala, coroa.
- Bota um terno e tira essa barba. Coloca o bigode do malandro.
Sem emprego, mas com diploma. João Leonel decidiu sonhar. Aos 30 anos, ele, que jogou de forma amadora por pequenas equipes do Rio de Janeiro, tenta a sua carreira como treinador. De terno. De bigode. Levando a malandragem consigo.
-
By pesquisaKULeuven
Olá,
Sou uma pesquisadora brasileira da Universidade Católica de Leuven (KU Leuven), na Bélgica, e estou conduzindo um estudo sobre a opinião dos torcedores relacionadas a presença de jogadores de futebol homossexual em times de futebol masculino.
Recentemente, o mundo do futebol tem presenciado atletas assumindo sua homossexualidade, bem como diversas intituições tem organizando campanhas no mundo todo para combater a homofobia no esporte, como foi o caso da revista de futebol alemã 11Freunde (11 Amigos), que reuniu centenas de jogadores de futebol em apoio a colegas LGBTQ+ e se posicionar contra a homofobia no esporte.
Link para a notícia: https://p.dw.com/p/3pYDX (publicado em 18 de Fevereiro de 2021)
No entanto, muitos jogadores não se sentem a vontade ainda para revelar sua orientação sexual publicamente, por temerem uma pressão de sua torcida, colegas e da imprensa. Algumas pessoas afirmam que o futebol brasileiro não está pronto para abraçar esta causa. Gostaria de avaliar como os torcedores de futebol no Brasil se sentem em relação a este tópico. Caso tenha interesse, por gentileza deixe seu comentário abaixo. Agradeço desde já pelo seu tempo e informação disponibilizados.
-
By Banton
COLETÂNEA COM AS MELHORES DICAS PARA INICIAR UMA NOVA CARREIRA:
WEST HAM 2001: UM FURACÃO NO BRASIL A CONSTELAÇÃO DE PALERMO O CLUBE DE INIESTA A "QUASE" POTÊNCIA DEPORTIVO ALAVÉS A BENÇÃO DE ROBERT ENKE HEREENVEEN: OS SUPER-FRÍSIOS ZEMANLÂNDIA LES CIEL ET MARINE UM GIGANTE ADORMECIDO MONTPELLIER HSC BELENENSES BURSASPOR ARGENTINOS JUNIORS PALESTINO PESCARA PLAZA COLONIA BOHEMIANS PRAHA ARIS THESSALONIKI EL NACIONAL INSTITUTO AC CSA THE NEW BRIAN CLOUGH -
By Banton
CURIOSIDADES & DESAFIOS:
Desde a "Era Premier League" fundada em 1992-1993, nenhum dos técnicos campeões eram ingleses e Sir Alex Fergunson (o maior campeão da liga desde que foi criada) nasceu na Escócia.
Inspirado no desafio Zemanlandia, o nosso desafio leva o nome de "O novo Brian Clough" e a sua missão é ser o primeiro técnico nacional a conquistar a liga desde a sua criação. E aí, topa encarar?
Para ficar algo mais realista, você pode escolher um ex-jogador inglês, filho de algum jogador/técnico aposentado há muito tempo. Ou então usar a sua imaginação para criar esse "novo Brian Clough"; mas lembre-se: tem que ter a nacionalidade inglesa. Darei sugestões mais abaixo de alguns jogadores aposentados/ativa. Você poderá gerir qualquer equipe, menos: Arsenal, Blackburn, Chelsea, Leicester, Liverpool, Manchester United e Manchester City. Pois estes clubes já foram campeões da Premier League. INDICAÇÕES DE LEITURA:
A carreira de Brian Clough Os "imigrantes" ingleses O primeiro jogo de Sir Alex Ferguson Blackburn: o primeiro Leicester da Premier League UMA NOVA CARREIRA:
Curtiu a dica? Procurando por mais desafios? Clique aqui e conheça a história de outros clubes espalhados pelo mundo.
-
By Aleef
Neymar y la sociología del odio
Haciendo un juego semiótico podemos suponer que el sujeto del brevísimo cuento de Monterroso es Neymar Jr y el dinosaurio, el Odio. Se pueden dibujar en el contorno convulso de Neymar todos nuestros vicios como sociedad. Nuestros miedos, nuestras envidias, producto de un destilamiento de la frustración que nos sirve como bálsamo a la vez que como excusa. El Odio es nuestra droga. Odiar es alejarse de uno mismo para concentrar toda la energía en otro y esto es mucho más sencillo.
El nombre del brasileño es un arma de doble filo, usada por el gremio periodístico de forma indistinta dependiendo de los intereses que se esconden detrás. A un lado, el grupo mayoritario. Aquellos que usan el nombre de Neymar como reprimenda a un fútbol que no les gusta -aunque esto sea mentira, porque lo que no les gusta es el fútbol, en genérico-, blandiendo esas seis letras con autoridad moral recordando la vileza en cada gesta extrafutbolística de Neymar. Así se logra que, una vez se habla de él, la muletilla de “el cumpleaños de su hermana” lo acompañe siempre. Neymar es, para este grupo, el estandarte de algo que les causa cierta repulsión. Neymar “atenta contra el fútbol”, dicen. Lo irónico es que no hay futbolista más lúdico que él. Su juego provoca en el espectador el Síndrome de Stendhal, un fútbol barroco, lleno de ornamentos que en realidad no esconden nada más que una intencionalidad venenosa. Neymar es la verdad. Es fútbol.
Para el otro grupo, más reducido, Neymar es aquello que nos obliga a seguir pellizcándonos, a tiritar cuando el brasileño tiene el día. Creer en Neymar es como leer un samizdat peligroso. Su nombre lleva implícito cierto rechazo social. El Odio, en toda su complejidad, se entiende si uno posa su mirada sobre la figura del liviano delantero del -también odiado- PSG.
Quien odia, no necesita argumentos para justificar su odio. Le basta con percibir la realidad como algo que le ataca constantemente. Neymar, al parecer, molesta a mucha gente. Y ahí entra en juego el relato. La narratología lleva décadas tratando de explicar cómo se construyen estos relatos que dominan todas y cada una de las esferas de nuestras vidas. El caso del brasileño no es distinto. A su llegada al Barcelona, al foco mediático, las luces empezaron a apuntar y fortalecer un discurso extrafutbolístico que casaba con el brasileño estereotipado: fiestero, provocador, amante de los salseos, piscinero reincidente. Una serie de características preconcebidas, y es que el fútbol es el terreno fértil del prejuicio. En ningún sitio circula tanto como en el del balompié. Ahí, el relato amarró.
Su nombre lleva implícito cierto rechazo social. El Odio, en toda su complejidad, se entiende si uno posa su mirada sobre la figura del liviano delantero del PSG
Poco importó todo lo demás, que es el fútbol, que lo es todo. Porque ahí va una realidad que duele y agrieta el relato. El fútbol no importa, es prescindible. Hablar de fútbol sin fútbol, como comer sopa sin caldo o macarrones sin tomate. Ha quedado como un objeto vacío de contenido, porque todo el marro se ha ido a los bordes, habitados por toda clase de polémicas y discursos incendiarios que alejan cada vez más y más el juego del centro del debate. El Odio lo colapsa todo, vertebrando un debate que no es tal en tanto que no existe bidireccionalidad, sino que solo funciona en una misma dirección. Y mientras discutimos, Neymar se nos apaga, se acaba su fútbol que hace no tanto parecía infinito. Nos estamos perdiendo los mejores días del jugador más divertido del planeta y nadie dice nada. Nadie llora.
La gente no ve fútbol. Eso no es un problema, claro. La cosa se pone chunga cuando la gente no ve fútbol y opina categóricamente como si cada fin de semana estuviera delante de la tele viendo el Rennes-PSG de turno. “Es que en la Ligue 1 no tiene mérito”, repiten, obcecados por un odio carente de sentido. Y es que la Ligue 1 es la excusa, el blanco fácil. El prejuicio. De poco sirve cuando, en la pasada Champions, Neymar se coronó con dos partidos mayúsculos antes de la final. Una final perdida cuenta por todas las victorias de tu vida, ese es el peaje que pagar si quieres ganar.
En Neymar jamás importó la victoria, pues en el reverso de su figura hay miles de flechas clavadas que dejan a la vista un esqueleto debilitado por el relato perverso que rodea la figura de uno de los mejores futbolistas del siglo XXI. Neymar es ya bastante mejor futbolista de lo que lo fue Ronaldinho, más completo, con más trayectoria y con mayor determinación. Más goles, más asistencias, más longevidad. Pero menos relato. Puede que hasta dentro de 20 o 30 años no se le reconozca tal realidad a Neymar porque el Odio es hereditario, a veces patológico, se traslada como en los viejos tiempos, a través del cuento contado al lado de la hoguera. Luchar contra esto es un reto casi imposible.
Neymar se durmió. Como el personaje de Monterroso. Se durmió cuando se marchó del Barça porque los ojos ávidos de seguirle se apagaron. Nadie le miró allí. Lo olvidaron. Solo les llegaba la noticia de su lesión cada mes de febrero, noticia que asociaban con cumpleaños y carnavales. La victoria del relato es esta. Creernos que un ganador como Neymar no quiere ganar. Creer lo imposible. Se durmió y, cuando despertó, lejos del foco mediático obsesivo y tóxico del Barça, lejos de todo ruido de fondo que alejara el juego del centro, el Dinosaurio todavía estaba allí. El Odio, descubrió Neymar, no tiene fronteras. Su lenguaje es universal.
Cuando Neymar despertó, el Odio todavía estaba allí.
Fonte: Panenka
-